La respuesta simple es “exponer la Palabra de Dios”. Esto lleva consigo manejar con precisión el pasaje para transmitir de manera clara lo que el escritor inspirado por el Espíritu Santo expresó a su audiencia al momento de escribir, para que el predicador, guiado por el mismo Espíritu Santo, lleve al público actual al contexto del pasaje transfiriendo las implicaciones y aplicaciones que resulten de dicho pasaje para nosotros.
Podemos verlo en pasos sencillos, un sermón expositivo implica: Leer, explicar y aplicar.
Leer el texto, en su contexto: Una lectura precisa para dedicar tiempo al texto no solo para irnos a la idea que tenemos sino mantenernos en la idea del texto.
Explicar el texto: Como mencionamos arriba implica transportar al público actual al pasaje leído, haciendo una correcta exégesis.
Aplicar el texto: Aquí es donde se transporta el mensaje o idea central al público actual con las implicaciones que conlleva para la vida práctica del creyente mediante lo que Dios ha revelado en Su Palabra.
Los componentes esenciales para una predicación expositiva serían:
- Orar para que Dios nos llene del mismo Espíritu que inspiró al escritor humano a plasmar Su Palabra, para entenderla de manera clara y precisa, para ser confortados y confrontados de manera personal por ella.
- Dedicar tiempo al pasaje; esto requiere esforzarse y aprovechar todos los medios disponibles para ser eficientes en la búsqueda de la verdad que Dios ha revelado en el pasaje que tenemos enfrente.
- Estudiar el pasaje en su contexto; ya sea dentro del mismo libro donde se encuentra el pasaje o alrededor de toda la Escritura. Los escritores por medio de los cuales Dios nos ha revelado Su Palabra han hablado, escrito, y vivido en un tiempo, un lugar y circunstancias específicas; y esto es muy importante conocerlo.
- Trazar un puente entre el público actual y el público original del pasaje, para que de esta conexión se desprendan las implicaciones y aplicaciones por las que Dios nos ha dejado la porción de la Palabra que hemos leído.
¿Un sermón sobre un tema en específico puede ser expositivo?
Por supuesto, el término expositivo se refiere básicamente a “exponer”, siendo así cualquier sermón que exponga lo que dice el texto sin añadirle mis ideas (eiségesis) será una exposición del pasaje y esto es lo que llamamos sermón expositivo. Así que si tenemos un sermón temático, puede ser expositivo siempre y cuando el tema que se desglose sea la idea que el pasaje está expresando.
Sabiendo esto, es importante conocer la razón de que el púlpito tenga un énfasis en sermones expositivos, y se debe a la encomienda que Dios ha dado a los predicadores, maestros, pastores (y realmente, a todo creyente):
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.” 2 Timoteo 2:15
“enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20
Esta última cita son palabras directas de nuestro Señor y Salvador, antes de ascender al cielo. Que Dios nos permita llevar a cabo con excelencia la sublime tarea de comunicar Su palabra a pesar de nuestras flaquezas, que Su mensaje nunca sea comprometido con nuestros prejuicios, que nunca impongamos nuestras ideas a lo que El ya ha dicho de manear clara y llama. Padre permítenos ser diligentes en hacer nuestro mayor esfuerzo para dar buen uso a la Palabra que nos has entregado.