Una historia pronunciada por el mayor predicador de todos los tiempos (¡Jesús!), donde concluye con un amo admirando un fraude que cometió su mayordomo.
En mi adolescencia siempre quería que Dios me hablara. Cuando estás desarrollándote y echando raíces en la fe, pues quieres escuchar a Dios, quieres que