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La cultura y sus respuestas

Respuestas, de eso se trata toda la vida. Todos las buscamos. Esa es la razón de tantos grupos, movimientos, partidos, religiones, sectas y creencias. Incluso dentro de una misma filosofía o movimiento, se respira la división de criterios e interpretaciones sobre la vida y la verdad, sobre el origen del hombre y su destino, sobre cómo responder la gran pregunta, ¿quiénes somos realmente? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?

Me asaltan las palabras del doulos Pablo, al escribir a los Filipenses “…Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa”. (Filipenses 3:16).

¿Qué es aquello en lo que a pesar de nuestras diferencias de criterios, de diferentes formas de pensamiento, hemos llegado a sentir lo mismo?

La cultura nos responde equivocadamente, nos dice que somos lo que hacemos.

Todos compartimos la necesidad de volver a algo mayor que nosotros, incluso aquellos que no lo admiten, viven sumergidos en la necesidad de entregarse al vacío. Seamos sinceros, todos entregaremos nuestras vidas a algo o nada, pero igual la entregaremos. La cultura nos responde equivocadamente, nos dice que somos lo que hacemos, esto no es más que una aberración y una muestra de la incapacidad de respuesta de un mundo que no tiene identidad.

Una cultura cobarde e irresponsable, usurpadora de un trono que no le pertenece, ofrece incoherentes remedios a la más grave enfermedad del hombre: el pecado. Veamos algunos de sus postulados: “Dios no es real, y si lo es, entonces no lo necesitas realmente”.

Pero al final de tu vida, es la cultura quien te dice que contrates un servicio religioso para encaminar tu vida por una esperanza que nunca tuviste. El dinero que en vida usabas para alejarte de Dios, en ese momento ahora alguien lo invierte en acercarte a Él, sólo para calmar la conciencia de quienes nunca te dijeron la verdad, como hoy.

“Eres lo que haces”

Respuesta equivocada de una cultura acéfala. Aceptar esto, es conformarnos al vacío, que se alimenta de crisis, creando el caos en nuestra alma. El caos de vivir sin Aquel que tiene las respuestas para todas nuestras preguntas: Dios.

Si eres lo que haces, ¿qué serás cuando ya no lo puedas hacer?, sencillo, tendrás que salir corriendo en busca del próximo “título” o “grado” para llenar el hueco creado por tu falta de identidad. Tienes que tomar una decisión importante. ¿Cuál de los siguientes caminos tomarás?

Recordemos las palabras de Pablo: “…Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa”. (Filipenses 3:16).

Date el chance de pensar por ti mismo, sin prejuicios, y piensa en esto ¿qué respuesta de Dios estás evitando al hacer tus preguntas a una cultura anárquica? Mientras te preparas a responder, comparto el camino que espera a aquellos que son arrastrados por un mundo caído hacia un final de muerte, descrito por el sabio Salomón, hijo de David:

“…Como va el buey al degolladero, y como el necio a las prisiones para ser castigado; como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón de sus caminos; no yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han sido muertos por ella. Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte”. (Proverbios 7:23-27)

El camino a tus respuestas se abrió, mientras Jesús exclamaba desde la cruz: “Consumado Es”. (Juan 19:30).

“…Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. (Hebreos 10:19-23).

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Samuel Ne

Doulos por amor. Vive en Santo Domingo, R.D. Esposo de Vanessa Molina, padres de Laura Michelle Ne. Misionero; Coordinador Nacional de Jóvenes de la Iglesia Evangélica Misionera (IEM). Pertenece a la I.E.M. "Manantial de Vida" en Santo Domingo, D.N. Colabora en nuestro blog como autor invitado.
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