Este artículo es la continuación de: Entendiendo nuestra misión. Aquí puedes leer la primera parte.
El discipulado es compartir a Cristo y luego invertir uno a uno con un nuevo creyente y enseñarle las verdades de Cristo: cómo orar, cómo estudiar las Escrituras, cómo vivir y cómo compartir Su mensaje con los demás. El discipulado es una inversión, es amar a alguien lo suficiente como para invertir tu vida en esa persona y estar allí para apoyarle en su viaje hacia la nueva vida en Cristo. Recuerden que esta es una nueva vida para ellos (por eso son nuevos creyentes), han nacido de nuevo. La Biblia se refiere a los nuevos cristianos como “infantes”. Este no es un término despectivo, está destinado a demostrar que los nuevos cristianos todavía tienen que aprender todo lo que esta nueva vida es y que ellos necesitan ayuda.
El discipulado es una inversión, es amar a alguien lo suficiente como para invertir tu vida en esa persona y estar allí para apoyarle en su viaje hacia la nueva vida en Cristo.
Sería irresponsable de nosotros llevar a alguien a Cristo y dejarlo aprender lo que significa ser cristiano por sí mismo. Permítanme darles un ejemplo: si una pareja casada es bendecida con un bebé y en el momento en que lo llevan a casa, lo sacan fuera y le dicen: “buena suerte”. Serían personas bastante irresponsables, ¿verdad? Bueno, eso es lo que a menudo se hace hoy en las iglesias y eso no es lo que Jesús nos está mandando a hacer.
Es por eso que Jesús nos manda a “Hacer Discípulos” y no sólo a “ir y hablar”. Además, Él sabe la bendición que es ser parte de la vida de otra persona en el proceso en que ambos descubren las verdades y el gozo que viene de una nueva vida en Cristo! He experimentado esta maravillosa bendición en mi propia vida al ser discipulado y al discipular a muchos otros.
El aspecto personal del discipulado
Jesús nos dice que hagamos discípulos, yendo, bautizando y enseñando. Yo quiero presentarte que Él nos está diciendo que multipliquemos Su imagen y Su amor en todo el mundo. ¡Esto es sobre cambiar vidas, no sobre conseguir números!
Observa atentamente lo que Jesús dice: “Enseñándoles que observen todo lo que yo os he mandado”. Jesús no dijo que les enseñara los mandamientos. Él les dice a ellos y a nosotros que les enseñemos a OBSERVAR todo lo que yo les he mandado…
Leer y escuchar no es tan eficaz como ver lo que significa que debemos modelar personalmente las enseñanzas de Cristo y enseñarles los fundamentos de ser cristiano.
¿Cómo puede alguien observar mejor algo? Mirando a alguien hacerlo. Leer y escuchar no es tan eficaz como ver lo que significa que debemos modelar personalmente las enseñanzas de Cristo y enseñarles los fundamentos de ser cristiano. Esto significa invertir personalmente tu vida en alguien y verter las enseñanzas de Cristo tal como las entendemos en la vida del nuevo creyente; cosas tales como:
- ¿Cómo estudiar la Biblia? Enseñándoles cómo estudiar la Biblia y luego estudiarla juntos.
- ¿Cómo orar? Enseñándoles cómo orar y tener tiempos de oración juntos.
- ¿Cómo compartir el Evangelio? Mostrándoles cómo tú compartes el Evangelio con los demás e invitarlos a verte personalmente compartiendo el Evangelio.
¿Notan el aspecto personal del discipulado? Este es el modelo que Jesús mostró con Sus discípulos, derramando Su vida en ellos antes de que Él los enviara. Él modeló lo que era el verdadero discipulado viviendo con los once y delante de Sus otros discípulos dando Su vida como un modelo para que otros lo siguieran. No puedes modelar algo a menos que realmente lo estés viviendo; personalmente estudiando tu Biblia, orando personalmente y compartiendo personalmente el Evangelio. Debemos derramar nuestras vidas en un nuevo creyente en lugar de simplemente alcanzarlos y enviarlos en su camino. Toma más tiempo, es mucho más un sacrificio, y también es la única imagen bíblica que Jesús proveyó para discipular.
Modelo de adición vs el modelo de multiplicación
Hagamos un ejercicio matemático para explicar la diferencia entre suma y resta. Lo sé … He introducido gramática y ahora matemáticas, pero mantente conmigo aquí porque esto también es importante. Si todos en tu iglesia trabajaron juntos y completamente evangelizaron tu ciudad, y viste una persona al día venir a Cristo ¿serías feliz? El cálculo rápido dice que serían 365 nuevos creyentes para Cristo al año, y por supuesto, eso es algo para celebrar ¿no? ¿Y si siguen haciendo esto durante 30 años? ¡Tendrías casi 11,000 nuevos creyentes para Cristo, unas 11,000 personas con nueva vida para toda la eternidad! Todos podríamos celebrar esta estadística.
Sin embargo, veamos un panorama diferente … Digamos que en vez de cubrir la ciudad, tú compartiste a Cristo con alguien que aceptó este regalo de vida y además, también pasaste el año siguiente con ese nuevo creyente discipulandolo. Al final del año, tendrías un nuevo creyente, pero sería un nuevo creyente que habrá crecido tremendamente en fe y acción para Cristo y ahora está equipado para discipular a alguien más. El año siguiente ambos salieron y compartieron a Cristo y discipularon a una persona cada uno durante todo el año. Al final del segundo año, tendríamos cuatro cristianos discipulados. Este escenario está muy lejos de los 730 nuevos creyentes que teníamos en el primer enfoque.
Pablo desafió a Timoteo a multiplicar su enseñanza en las vidas de otros que enseñarán a otros también.
Avancemos rápido al año 30… El primer modelo (lo llamaremos el modelo de adición) nos dio casi 11.000 nuevos creyentes. Sin embargo, nuestro modelo de discipulado (que llamaremos el modelo de multiplicación) puede comenzar lento, pero la multiplicación se expande desde el núcleo. Si esta multiplicación de una vida a la vez continuará por esos mismos 30 años, tendríamos más de mil millones de nuevos discípulos de Cristo. Para el año 33, tendrás más de 8 millones de nuevos discípulos de Cristo, es decir, toda la población mundial en la misma cantidad de tiempo (33 años) que Jesús vivió en esta tierra como un hombre.
Cristo sabía lo que estaba haciendo cuando invirtió tanto tiempo en sus discípulos, los entrenó y luego los envió. Por eso, estaríamos tomando un buen camino si seguimos Su modelo. También podemos ver este modelo ejemplificado en la vida de Pablo. Pablo fue discipulado durante tres años, según Gálatas 1. Luego discipuló a otros. Pablo luego dice a Timoteo: “Y lo que has oído de mí en presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2 LBLA). Pablo desafió a Timoteo a multiplicar su enseñanza en las vidas de otros que enseñarán a otros también. Una bella imagen de hacer discípulos, multiplicar las enseñanzas de Cristo a Pablo, de Pablo a Timoteo, de Timoteo a otros, y de otros a los futuros creyentes ¡CUATRO GENERACIONES de discípulos!
La presencia de Cristo es necesaria para completar Su misión
No sólo es este el modelo bíblico dado por Jesús, sino que es el único que Él promete bendecir. Vea el verso 20 de Mateo 18. Jesús dijo: “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Él les había dicho que nunca los dejaría antes, pero esta declaración en la Gran Comisión es más que una simple nota de aliento. Lo notaste? La presencia de Cristo es necesaria para completar la misión de Cristo. Es solamente a través de Su presencia, Su poder y Su autoridad que la misión puede ser cumplida. No puedes tener éxito en la misión de Cristo de hacer discípulos sin Su presencia porque sólo Él puede causar un auténtico CAMBIO DE VIDA.
La presencia de Cristo es necesaria para completar la misión de Cristo. Es solamente a través de Su presencia, Su poder y Su autoridad que la misión puede ser cumplida.
Como cristiano, tú tienes al Espíritu Santo en ti, pero estoy convencido de que no podemos experimentar lo que es vivir en Cristo plenamente hasta que nos entreguemos completamente a Él y a Su misión. Esto lo entendemos más claramente cuando se une la promesa de Jesús al final de su tiempo en la tierra y su mandato de hacer discípulos de todas las naciones. Debemos estar en misión por Cristo, completamente entregados a Él y a Su misión, nunca experimentaremos el poder pleno de la presencia de Jesús en nuestras vidas; pero cuando nos dedicamos a cumplir Su misión, estaremos viviendo en dependencia total a Él y seremos capaces de comprender la plenitud de Su presencia en nuestras vidas. Solo así, tendremos en nuestros corazones lo que es propio de su corazón – y eso es la gente – todos los pueblos de todas las naciones. ¡Debemos ser sus vasijas para invertir y derramar en otros la maravillosa vida de Cristo!