El matrimonio es para la gloria de Dios

Sabemos que el matrimonio fue el diseño de Dios, sabemos además que el propósito del matrimonio es ejemplificar el amor de Cristo por la iglesia; pero esencialmente, el matrimonio está diseñado por Dios para mostrar Su gloria de una manera en que ningún otro acontecimiento o institución lo pueden hacer.

Dios es el responsable del matrimonio. Sin embargo, El matrimonio no solamente proviene de Él y mediante Él; el matrimonio también es para Su gloria. Quizás uno de los principios más importantes sobre el matrimonio que vemos en la Biblia es que existe para Su gloria.

El misterio del matrimonio

Pablo habla del misterio del matrimonio en la carta a los Efesios 5:31-32: “Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia.”

Evidentemente Pablo está haciendo una cita a Génesis 2:24 cuando dice: “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Las palabras “se unirá a su mujer” y “serán una sola carne” nos llevan a pensar en que esta relación es mucho más profunda que cualquier otra relación que existe.  Apuntan a algo mucho más profundo. Esta es una relación de pacto. El profeta Ezequiel hace referencia a esto cuando habla de parte de Dios a Su pueblo:

Cuando volví a pasar, vi que ya tenías edad para el amor. Entonces te envolví con mi manto para cubrir tu desnudez y te pronuncié mis votos matrimoniales. Hice un pacto contigo, dice el Señor Soberano, y pasaste a ser mía. – Ezequiel 16:8, NTV

Proverbios 2:17 habla de la mujer que se desvía de su marido, “la cual deja al compañero de su juventud”. Existe una relación de pacto en el matrimonio, esta es la razón por la que en las ceremonias de bodas tradicionales se incluyan preguntas de forma conjunta con los votos. Toda la Biblia apunta a que el matrimonio es un pacto sagrado. El matrimonio está radicado en compromisos de pacto que soportan toda tormenta hasta que “la muerte nos separe”. Es delante de Dios que el esposo y la esposa dicen: “Sí acepto”. Aunque los votos y las promesas se hacen delante del pastor responsable de la congregación, lo que están haciendo, en realidad supone que se está haciendo ante Dios más que entre sí.

Toda la Biblia apunta a que el matrimonio es un pacto sagrado. El matrimonio está radicado en compromisos de pacto que soportan toda tormenta hasta que “la muerte nos separe”. – John Piper

La razón por la que Pablo cita Génesis 2:24 en el versículo 31 de Efesios 5 es para mostrar la manera en que Cristo y la iglesia son uno. Esto es muy profundo porque el matrimonio es el compromiso del pacto fiel entre Cristo y Su iglesia. Y aquí vemos el misterio revelado. Cristo se llama a sí mismo el novio que viene a buscar a su novia, la iglesia.  Es por eso que Cristo pagó por su novia con su propia sangre y El llamó a esta relación, el nuevo pacto:

“De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lucas 22:20 LBLA).

“Esta es una relación de pacto. Los votos y promesas suben en “vertical”, para luego reafirmarse en lo “horizontal”. Timothy Keller

Este nuevo pacto es la relación entre Dios y Su pueblo, entre Cristo y la iglesia, entre Dios y nosotros.

Y este nuevo pacto es la relación entre Dios y Su pueblo, entre Cristo y la iglesia, entre Dios y nosotros. Es por esto que Pablo habla del matrimonio como un gran misterio porque ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno.  Y este matrimonio entre Cristo y la iglesia es un matrimonio inquebrantable. Éste nuevo pacto es inquebrantable.

Entendiendo esto, es que decimos que:

  1. El matrimonio existe para la gloria de Dios y para mostrar a Dios.
  2. El matrimonio no puede ser separado por el hombre.
  3. El matrimonio toma como modelo la relación de pacto entre Cristo y Su iglesia. 
  4. Por lo tanto, el significado más elevado y el propósito más importante del matrimonio es exhibir la relación del pacto fiel entre Cristo y Su iglesia.

Y es por eso que si alguien espera casarse debería ser este su sueño porque esta es la razón por la que existe el matrimonio, glorificar a Dios en la unión del esposo y la esposa. Me encantan las palabras del pastor Keller cuando dice: “El matrimonio es el más profundo de los pactos humanos.”

Por cuanto Jesús nunca dejará a la Iglesia, nosotros no debemos dejar a nuestro cónyuge

El pacto en el matrimonio tiene consecuencias. La consecuencia más importante es que mantener el pacto con nuestro cónyuge es tan importante como decir la verdad acerca del pacto de Cristo y la iglesia.

Pero, estar casado no se trata principalmente de permanecer enamorados. De lo que si se trata es de guardar el pacto. Volvamos a los votos que hacemos normalmente en la iglesia: “hasta que la muerte nos separe”. Esta frase es una promesa sagrada de pacto.  Es por eso que Dios odia el divorcio, es por eso que Jesús odia el divorcio. “Hasta que la muerte nos separe” es una promesa sagrada de la misma clase que Jesús le hizo a su iglesia cuando murió por ella.

La razón por la que Dios odia el divorcio se debe, no sólo al rompimiento del pacto con el cónyuge, si no también a que el divorcio implica distorsionar la relación del pacto fiel entre Cristo y la iglesia.

De manera, que la razón por la que Dios odia el divorcio se debe, no sólo al rompimiento del pacto con el cónyuge, si no también a que el divorcio implica distorsionar la relación del pacto fiel entre Cristo y la iglesia. De ahí que asumimos la siguiente premisa:

  • Jesús nunca dejará a su esposa.
  • El nunca dejará a su novia.
  • Jesús nunca dejará su iglesia.

Existen momentos de doloroso distanciamiento por nuestra parte hacia Cristo, pero Él mantiene su pacto fiel. Jesús guarda su pacto para siempre. Y esto es lo más importante del matrimonio. El matrimonio muestra la gloria del amor, fiel al pacto, de Cristo por su iglesia. Eso es lo que muestra el matrimonio, eso es lo que magnifica el matrimonio, eso es lo que lo vuelve tan sublime.

Pablo explica en Efesios 5:28 que los esposos tienen la obligación de amar a sus esposas. No se trata de emociones, se trata de acciones. Y es justamente acción lo que Pablo está ordenando en este verso. No importa cómo están nuestras emociones, no importan las circunstancias del trabajo, amar a nuestras esposas es algo imperativo. Los sentimientos exaltados de efecto y de gozo no pueden mantenerse de forma constante por qué los sentimientos vienen y van, y si nos empeñamos en seguir los dictados de la sociedad en materia de afecto, se puede llegar a la conclusión de que no fue la persona idónea con la que nos casamos.

“Las personas sacan de los libros la idea de que, si te has casado con la persona adecuada, el estar enamorado va a durar para siempre. En consecuencia, cuando descubren que no es así, piensan que eso demuestra que han cometido un error y que, por tanto, tienen derecho a un cambio, la fuerte atracción que sientan en ese nuevo inicio volverá a desvanecerse, tal como había ocurrido antes…” CS Lewis

Debemos recordar que Cristo hizo propia una novia imperfecta con el precio de su sangre y la cubrió con las prendas de su propia justicia. ¿Recuerdas lo que leímos en Ezequiel 16:8? Esta relación de pacto ha estado presente desde el antiguo pacto para continuar en el nuevo.

El matrimonio no se trata de permanecer enamorado. El matrimonio se trata de decir la verdad con nuestras vidas, se trata de reflejar algo verdadero acerca de Cristo y de la manera en que Él se relaciona con Su iglesia. Cristo prometió que Él estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. Lo que implica que nos amará, a nosotros, Su iglesia, hasta el fin (Mateo 28:20). Él prometió que nunca nos fallará y que nunca nos abandonará (Hebreos 13:5).

Y esta es la razón por la que estamos casados. Esta es la razón por la que existe el matrimonio; para ejemplificar el amor de Cristo por la iglesia; mientras llenamos la tierra de seguidores de Jesús para mostrar la gloria de Dios en todas las naciones de la tierra.

Jonathan Almonte

Jonathan Almonte

Doulos de Jesucristo. Vive en Santo Domingo, República Dominicana Esposo de Karileydy Terrazas, y padre de J. D. Miembro de la IBI en Santo Domingo Co-fundador Doulos LSA ®. Colabora en nuestro blog como moderador y autor de contenidos. Puedes seguirlo en Twitter | Facebook.
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